En definitiva, este Gran Premio de Malasia ha dado para mucho y, al margen de los 25 millones de euros embolsados por Emilio Botín por el patrocinio, es una carrera que a muchos, como a mi, nos ha reconciliado con la Fórmula 1, nos ha reconciliado con el deporte.Además se esta demostrando, tras monopolio de Brawn GP el pasado año y el hasta ahora reinado de Red Bull, que no hace falta tener buenos mecanicos, bienos coches o buenos pilotos, sino que sean todos un grupo de amigos, y el ejemplo más clarividente es el de Renault campeón del mundo con Alonso y Jarno Trulli en sus filas, dos buenisimos amigos.

Buena entrada. A disfrutar con el motor, los mecanicos de barrio se llevan el trabajo a casa cuando están almorzando y ven a Alonso reinar en la pista!
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